Boca Juniors mostró una buena versión en Brasil, no se desnudó en el fondo, cuando pudo atacó, convirtió en figura al arquero Cassio y se trajo un buen empate 0 a 0 frente a Corinthians en San Pablo, que lo deja muy bien parado de cara a la revancha del próximo martes en La Bombonera por los octavos de final de la Copa Libertadores. La más clara del local fue con un penal sobre el cierre del primer tiempo y, una vez más, apareció Agustín Rossi para detener.
Boca Juniors mostró una buena versión en Brasil, no se desnudó en el fondo, cuando pudo atacó, convirtió en figura al arquero Cassio y se trajo un buen empate 0 a 0 frente a Corinthians en San Pablo, que lo deja muy bien parado de cara a la revancha del próximo martes en La Bombonera por los octavos de final de la Copa Libertadores. La más clara del local fue con un penal sobre el cierre del primer tiempo y, una vez más, apareció Agustín Rossi para detener.
Esta acción y otra salvada justamente por el propio Rojo en el arranque del complemento fueron las dos mayores acciones de riesgo propiciadas por los brasileños. Mientras que para Boca hubo un tiro libre de Romero que Cassio sacó sobre su ángulo superior izquierdo en el segundo tiempo que también podría haber cambiado el destino del partido y un par de atajadas más del arquero que terminó siendo figura. Y un posible penal por mano de Méndez que Tobar no vio y el VAR entendió que no tenía nada que avisar. Pero al final todo quedó como al principio, y Boca se fue del Arena Corinthians con un sabor más dulce que el dueño de casa.